Ida y vuelta - Entrevista con Daniel Jacobson

Eyes on Colonia entrevistó a Daniel Jacobson, el coloniense que hizo su carrera como periodista y productor en los Estados Unidos, y ahora está de vuelta en su ciudad natal.

“The right place and the right time, no podría explicar de otra manera cosas que me han ocurrido...” dice Daniel mientras cuenta algunas de sus experiencias en Estados Unidos.

Durante las casi tres décadas que vivió en aquel país, trabajó en medios variados, y tuvo la oportunidad de cubrir eventos muy significativos. También se desempeñó como productor y consultor, participando incluso en giras de bandas como Queen y Van Halen.

Pero ahora, y tras unos años en Montevideo, Daniel ha vuelto a su ciudad natal, y afortunadamente no por vacaciones. Actualmente se encuentra trabajando en la organización de la final de la competencia internacional “Rototom Reggae Contest Latino”, y tiene otros proyectos en mente.

“Es muy extraña mi posición, porque yo siento como que vengo del futuro. Yo hacía estas cosas 30 años atrás.”, comenta hablando del festival venidero. Volver a Uruguay fue para él un cambio radical en el campo de trabajo, pero continuó con la iniciativa de coordinar eventos de gran escala.

Durante el Mundial de fútbol en 2010, Daniel residía en Montevideo, y tuvo la idea de transmitir un partido en vivo en una pantalla LED en la Plaza Independencia. Al parecer, un despliegue semejante requería de papeleo que podía llevar de 9 a 12 meses, cuando solo se disponían de 72 horas. Por fortuna, gracias al apoyo del Ministerio de Turismo y algunos privados, y, vale decir, al desempeño de nuestra selección, una enorme cantidad de gente pudo disfrutar de no uno, sino tres partidos en la Plaza. “Trescientas treinta mil personas más tarde, fue posiblemente el evento más grande de la historia de este país. Con mucha suerte...”

En la opinión de Daniel, en Uruguay hoy en día no se realizan muchos eventos exitosos desde el punto de vista humano y social: “está [instaurada] una maquinaria que yo no comparto, de hacer un evento carísimo y que la gente tenga dos horas para tomar toda la cerveza que pueda hasta que se caen desmayados (…) no creo que eso sea el camino de mejorar, o de difundir música”.

En contraposición a esa modalidad, él está convencido de que es mucho más positivo propiciar eventos de larga duración, “multiculturales y multigeneracionales”, donde el arte y el entretenimiento sirvan además como vehículo para transmitir mensajes importantes. Esta idea es su principal motivación: “A esta altura de mi vida a mí no me interesa hacer dinero, o negocios con la música. Para mí estas son herramientas para que la gente mejore, que eleve un poco el nivel de conciencia (...) yo creo que eso se puede lograr con eventos de mucha convocatoria, y principalmente, gratuitos...”

Pensando en las repercusiones a gran escala que puede haber en la sociedad, reflexiona que “Al fin del día, todas esas horas, son horas que la gente no está pensando en otras cosas malas. Obviamente, no hay milagros, no hay fórmulas salvadoras contra la delincuencia, el crimen... pero son métodos que uno puede ir poniendo desde su lugar, (...) vas creando una tendencia a que la gente se involucre. La gente quiere crecer, quiere mejorar, quiere compartir...”

En este aspecto, las semifinales del Rototom Reggae Contest, que se llevaron a cabo a mediados de marzo, bajo la misma organización, se puede calificar como todo un éxito. Fue una instancia de integración entre más de 2000 personas, y se desarrolló sin complicaciones. Además, cumplió el objetivo solidario, ya que los concurrentes donaron artículos escolares y libros que serán distribuidos por la Intendencia.

Por su experiencia como productor, comunicador, y también músico, resulta interesante conocer la opinión de Daniel sobre la escena musical uruguaya: “Acá hay por un lado mucha abundancia de músicos. Muchos, posiblemente muy buenos. Muchos, posiblemente muy malos, que también es bueno.”

»[La práctica de] subvencionar a una persona para que sea música, es algo que no comparto, pero es una visión personal.(...) Al no haber una industria de réditos, una industria de música que venda discos (…) lo que va generando es un music business sin business.

»Es bueno motivar a la gente a que estudie una profesión, como ser músico o compositor, que se eduquen en todo lo que es la cultura de la música. Pero no estoy de acuerdo con que después sean dependientes del sistema. Porque no es legítimo, no les estás ayudando, porque el mundo real es muy competitivo. Si vos sos bueno, a la gente le va gustar. Si no sos bueno, por más que des conciertos gratis a la gente no le va a gustar.

»Hay tanto potencial... Yo creo que el Uruguay tiene una sección de la población joven tan positiva... pero pienso que también tienen que haber un equilibrio con la factibilidad de que algo se realice. A veces puede ser muy peligroso crear castillos en el aire, sobre todo con la gente joven. Nada peor que hacerles creer que en recurso está cuando no está.

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Aunque Daniel solo vivió en Colonia del Sacramento hasta los 11 años, puede decir “Tengo los más gratos recuerdos... yo nací en una época donde Uruguay era un país muy, muy lindo.” Su familia decidió mudarse a Buenos Aires. “[Allí] estaba cómodo, pero no me sentía muy feliz” además, “a mí no me gustaba el momento político que se vivía en Sudamérica”.

Así que algunos años más tarde, él eligió otro destino: “Yo encontré una salida para mí que fue irme a Estados Unidos porque realmente era lo que me atraía más que nada. Tal vez una cosa de conciencia, la música, la forma de vida, montones de cosas...”

La primera ciudad en la que vivió allí fue Washington DC. “Inmediatamente me conecté a montones de cosas. Me puse a estudiar, me puse a tocar, me puse a trabajar en un teatro, o sea que todo lo que hacía estaba relacionado de alguna manera con eso”.

Después de todos sus viajes, parece que la mudanza a Colonia del Sacramento es definitiva: “Yo ya he viajado todo lo que quisiera viajar en tres vidas. Esas son cosas que yo ya archivé en mi cajón de mis recuerdos, buenísimos todos... Encuentro acá una enorme satisfacción, de una forma de vida que es muy linda que me encanta, inclusive a nivel personal de vivir feliz y tranquilo con la familia. Y veo un campo muy fértil para lo que son mis ideas, que lo único que yo tengo hoy en día... Poder llevar eso adelante para mí es más que satisfactorio.”