Por Jane Morse
Redactora
Washington — En las mansiones elegantes que albergan muchas de las embajadas extranjeras en Washington, los embajadores deben considerar cuestiones de menor importancia, como por ejemplo: ¿Cómo deben limpiarse estos lugares?
La respuesta es: con productos de limpieza que no perjudiquen el medio ambiente, por supuesto.
No se trata sólo de las pequeñas cosas que las embajadas van a hacer para ser más responsables con el medio ambiente. Se embarcarán en proyectos más grandes como la modernización de sus sistemas de calefacción, aire acondicionado y gestión de aguas de lluvia.
Para hacerlo oficial, 51 embajadas e institutos internacionales se unieron al alcalde de Washington Vincent Gray y el subsecretario de Estado Patrick Kennedy para prometer hacer sus edificios y operaciones más sostenibles desde el punto de vista ecológico. Como parte de una ceremonia auspiciada por la Real Embajada de los Países Bajos el 31 de enero, embajadores y otros altos funcionarios diplomáticos firmaron la “Promesa de las misiones diplomáticas e instituciones internacionales del Distrito de Columbia sobre desempeño ambiental, clima y sostenibilidad”.
La promesa, coordinada por el Foro de Embajadas Verdes del Departamento de Estado, es la primera iniciativa de colaboración de su clase para tratar de convertir a Washington en la ciudad más ecológicamente responsable del país.
“Creemos que las embajadas son líderes del cambio”, dijo Keith Curtis, asesor principal de cuestiones energéticas del Departamento de Comercio. “Cada gobierno realmente quiere demostrar al mundo que le importan los asuntos de cambio climático, que tiene tecnologías de vanguardia y que no sólo habla de ello, sino que lleva a cabo programas que marcan realmente la diferencia”.
“Las soluciones a los problemas mundiales deben arraigarse en las iniciativas locales”, declaró Kennedy. “Los pequeños cambios pueden rendir recompensas grandes”.
Kennedy citó como ejemplo que el Departamento de Estado no sólo compra equipo de computadoras “ecológicas”, sino que se asegura de que el equipo funcione de una manera verde.
“Hemos descubierto que al gestionar mejor nuestras computadoras, al apagarlas por la noche cuando el personal no está en la oficina, nos podemos ahorrar millones de dólares, lo que no sólo nos ayuda a ser ecológicos, sino que también nos permite ahorrar ese dinero y utilizarlo para otros proyectos significativos”, dijo Kennedy.
La firma de la promesa fue parte del Foro de Embajadas Verdes de D.C. inaugurado oficialmente por la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en 2010. El foro se reúne trimestralmente para proporcionar a las misiones diplomáticas extranjeras en Washington la oportunidad de compartir prácticas óptimas, desafíos y experiencias en renovaciones ecológicas y operaciones comerciales sostenibles.
Con más de 175 embajadas que representan a países de todo el mundo, la ciudad de Washington tiene una de las densidades más altas de misiones extranjeras dentro de una jurisdicción, lo que las hace entidades significativas en los esfuerzos de la ciudad para abordar los desafíos ambientales.
“Las ciudades son responsables de dos tercios del consumo de energía, 60 por ciento del consumo de agua y 70 por ciento de todas los emisiones de gases de invernadero”, dijo Gray. “Tenemos que hacer sostenibles a las ciudades. Hemos sumado fuerzas para mejorar la salud y la habitabilidad del Distrito de Columbia. Convertiremos las prácticas verdes en dólares ahorrados”.
Imagen en base a la de williamnyk, Flickr.
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